Crear un altar es un acto de presencia.
Es detener el tiempo por un instante para escuchar lo que el alma necesita decir.
Cada altar es un reflejo de nuestro mundo interior: a veces pide silencio, otras, movimiento; a veces florecer, y otras, soltar.
En Tribu Mística creemos que el altar correcto no se elige con la mente, sino con el corazón.
Hoy, escucha tu intuición y pregúntate: ¿qué tipo de altar necesitas?
• Altar para Conectar: Cuando sientas que necesitas pausar, respirar y volver a tu esencia. Este altar te invita a reconectar con tu cuerpo, tu voz interior y tu verdad. Puede incluir: velas blancas, amatista, una carta a tu yo presente, un objeto que te recuerde quién eres.
• Altar para Sembrar: Para momentos en los que sientes impulso, claridad o deseo de crear algo nuevo. Este altar sostiene tus sueños y potencia tus intenciones. Puede incluir: semillas, flores amarillas, vela dorada, afirmaciones, símbolos de tus metas, una lista de lo que deseas manifestar.
• Altar para Soltar: Ideal para transitar cierres, duelos o transformaciones. Te ayuda a liberar lo que ya no necesitas y a abrir espacio para lo nuevo. Puede incluir: hojas secas, vela violeta, sal o tierra, papel con lo que sueltas y humo purificador.
Tu altar es una extensión de ti: cambia, respira y evoluciona contigo.
No hay una sola forma de hacerlo “bien”, solo la que resuena en este momento.
Confía en lo que sientas, en los símbolos que te llamen y en la magia que habita en tus manos.